Hidroituango: antes es mejor
La construcción de esta macrocentral traerá grandes beneficios económicos y sociales para Antioquia. Ya está asegurado que sus recursos no se irán de la región. Lo importante ahora es que mediante la reinversión del dinero que recibirá el Idea, puedan anticiparse las utilidades que reportará a partir de su entrada en operación en 2018 y que no haya que esperar cincuenta años.
No está muy claro por qué el perro da tantas vueltas antes de echarse, pero observar este tipo de comportamientos ha llevado al ser humano a ser más práctico y no dar tantos rodeos antes de tomar una decisión, para llegar al mismo sitio.
El acuerdo de agosto pasado, ratificado esta semana mediante la creación de EPM Ituango, para que Empresas Públicas de Medellín financie, construya y opere la Central Hidroituango, estaba bien claro desde el principio, pero costó tiempo y dinero tomarlo, pues se recorrió un largo camino de absurdos.
Desde hace unos 50 años, cuando se empezó a plantear este aprovechamiento del caudal del río Cauca, era lógico pensar que fuera Empresas Públicas de Medellín quien acometiera el proyecto. Sin embargo, en los últimos años este objetivo se enredó por intereses políticos que se cruzaron en el camino y por una toma hostil de la propiedad de la sociedad promotora del proyecto hidroeléctrico, que se tradujo en beneficios para unos terceros privados, por valor aproximado a los 100.000 millones de pesos.
Finalmente, y por fortuna, tras varios meses de disputas que terminaron en unas intensas conversaciones, alentadas por la opinión pública y el ex Presidente Uribe, se alcanzó un acuerdo entre Gobernación de Antioquia-Idea y Alcaldía de Medellín-EPM, lo que significó un pago de 205 millones de dólares al Idea, por parte de EPM, en reconocimiento a las capitalizaciones de la sociedad hechas por el Instituto y como anticipo de ingresos futuros.
Como aún no está muy claro el destino que se dará a este capital y para evitar que su gasto no represente obras de real beneficio para la región, los ex gobernadores de Antioquia, Juan Gómez Martínez y Aníbal Gaviria Correa, propusieron reinvertir los dineros que recibirán la Gobernación y el Idea en la capitalización de la nueva sociedad que desarrollará Pescadero-Ituango, lo que se convertiría en un gana-gana para EPM y el Idea, y por ende para todos.
Esta propuesta, ampliamente ventilada en los medios en días pasados, cobra vigencia con la creación de EPM Ituango, como fruto de la escisión de la Sociedad Hidroituango. Comienza pues una nueva etapa en el desarrollo del proyecto, que entra en tierra derecha y nos pone a soñar con sus futuros beneficios para los antioqueños.
En tal sentido, la iniciativa de los ex mandatarios regionales busca que al capitalizar la sociedad constituida por Empresas Públicas para construir Hidroituango, la región no tenga que esperar 50 años, es decir, hasta 2060, para recibir las utilidades de esa central como está pactado, sino que podría aprovecharlos, en su condición de socia, desde 2018, cuando empieza a generar energía.
Antioquia tiene enormes necesidades qué superar para el logro de un desarrollo más equitativo, y habría que pensar cómo acortar el tiempo de retorno de los recursos derivados de Hidroituango, que será la principal central hidroeléctrica del país, con una generación de 2.400 megavatios.
Hidroituango está llamada a ser el gran motor del progreso de Antioquia. Ya está asegurado que, por lo menos, los recursos generados no se irán de Antioquia. Ojalá no haya que dar muchas vueltas para convencernos también de que la mejor alternativa es que sus beneficios económicos y sociales comiencen a irrigarse desde el momento mismo de su entrada en operación y no que tengamos que esperar cincuenta años para recibirlos.
El acuerdo de agosto pasado, ratificado esta semana mediante la creación de EPM Ituango, para que Empresas Públicas de Medellín financie, construya y opere la Central Hidroituango, estaba bien claro desde el principio, pero costó tiempo y dinero tomarlo, pues se recorrió un largo camino de absurdos.
Desde hace unos 50 años, cuando se empezó a plantear este aprovechamiento del caudal del río Cauca, era lógico pensar que fuera Empresas Públicas de Medellín quien acometiera el proyecto. Sin embargo, en los últimos años este objetivo se enredó por intereses políticos que se cruzaron en el camino y por una toma hostil de la propiedad de la sociedad promotora del proyecto hidroeléctrico, que se tradujo en beneficios para unos terceros privados, por valor aproximado a los 100.000 millones de pesos.
Finalmente, y por fortuna, tras varios meses de disputas que terminaron en unas intensas conversaciones, alentadas por la opinión pública y el ex Presidente Uribe, se alcanzó un acuerdo entre Gobernación de Antioquia-Idea y Alcaldía de Medellín-EPM, lo que significó un pago de 205 millones de dólares al Idea, por parte de EPM, en reconocimiento a las capitalizaciones de la sociedad hechas por el Instituto y como anticipo de ingresos futuros.
Como aún no está muy claro el destino que se dará a este capital y para evitar que su gasto no represente obras de real beneficio para la región, los ex gobernadores de Antioquia, Juan Gómez Martínez y Aníbal Gaviria Correa, propusieron reinvertir los dineros que recibirán la Gobernación y el Idea en la capitalización de la nueva sociedad que desarrollará Pescadero-Ituango, lo que se convertiría en un gana-gana para EPM y el Idea, y por ende para todos.
Esta propuesta, ampliamente ventilada en los medios en días pasados, cobra vigencia con la creación de EPM Ituango, como fruto de la escisión de la Sociedad Hidroituango. Comienza pues una nueva etapa en el desarrollo del proyecto, que entra en tierra derecha y nos pone a soñar con sus futuros beneficios para los antioqueños.
En tal sentido, la iniciativa de los ex mandatarios regionales busca que al capitalizar la sociedad constituida por Empresas Públicas para construir Hidroituango, la región no tenga que esperar 50 años, es decir, hasta 2060, para recibir las utilidades de esa central como está pactado, sino que podría aprovecharlos, en su condición de socia, desde 2018, cuando empieza a generar energía.
Antioquia tiene enormes necesidades qué superar para el logro de un desarrollo más equitativo, y habría que pensar cómo acortar el tiempo de retorno de los recursos derivados de Hidroituango, que será la principal central hidroeléctrica del país, con una generación de 2.400 megavatios.
Hidroituango está llamada a ser el gran motor del progreso de Antioquia. Ya está asegurado que, por lo menos, los recursos generados no se irán de Antioquia. Ojalá no haya que dar muchas vueltas para convencernos también de que la mejor alternativa es que sus beneficios económicos y sociales comiencen a irrigarse desde el momento mismo de su entrada en operación y no que tengamos que esperar cincuenta años para recibirlos.
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