martes, 17 de agosto de 2010

HIDROITUANGO, UN BUEN ARREGLO: EDITORIAL DEL PERIÓDICO EL TIEMPO DE BOGOTÁ


http://www.eltiempo.com/opinion/forolectores/un-buen-arreglo_7867503-1




Un buen arreglo



El pasado 11 de agosto, día de la independencia de Antioquia, la gobernación de este departamento y las Empresas Públicas de Medellín (EPM) llegaron a un esperado acuerdo para hacer realidad la central hidroeléctrica de Ituango (Hidroituango). El más grande proyecto de infraestructura de la historia de esta región costará unos 3.000 millones de dólares y, tras ocho años de construcción, se convertirá en el generador de aproximadamente el 20 por ciento de la energía que el país necesita.
Que el Instituto de Desarrollo de Antioquia (Idea) y EPM, los mayores accionistas de la megacentral, hayan definido -luego de meses de disputas y una hostil toma accionaria- el futuro de la financiación, construcción y operación de la obra es una excelente noticia para los antioqueños. Será la propia EPM la que, con el pago de una prima de 205 millones de dólares y una inversión global calculada en otros 5.000 millones, construirá Hidroituango y luego la operará por 42 años. El impacto del proyecto es de tal magnitud que representará unos 20.000 empleos directos e indirectos y regalías por la venta de energía por unos 40.000 millones de pesos a 158 municipios de la cuenca del río Cauca, no sólo en Antioquia sino también en Valle, Risaralda, Quindío, Caldas y Cauca. Sin duda, un vigoroso motor de progreso regional.
Si bien hoy los socios de Hidroituango tienen motivos para celebrar estos importantes avances, el tortuoso proceso de negociación que culminó la semana pasada deja claras lecciones por analizar y recordar. La primera sería que del afán queda el cansancio. En su búsqueda del control mayoritario, el gobierno departamental adquirió las acciones del bloque minoritario a unos precios muy altos. Y luego, ante la escasez de recursos y debilidad financiera del Idea, montó un esquema de subasta que abrió la indeseable posibilidad de que la hidroeléctrica, patrimonio regional, terminara en manos de poderosas firmas brasileñas o chinas. Por fortuna, ese escenario se cerró con el acuerdo con EPM, una compañía local con la experiencia técnica y el respaldo financiero para acometer una obra de tamaña envergadura. En áreas estratégicas para el desarrollo, como la generación energética, muchas veces el mayor postor no es necesariamente el camino más adecuado.
La segunda lección es más positiva y constituye un mensaje para el resto de regiones del país. Hidroituango demostró que los gobiernos locales tienen que identificar iniciativas estratégicas con visión de futuro y unir esfuerzos para hacerlas realidad. Si de algo sirvieron los conflictos entre los dos accionistas mayoritarios de esta megacentral fue para desmontar la falsa percepción de que a EPM sólo le interesa el bienestar de Medellín y no de Antioquia. El compromiso de la empresa de la Capital de la Montaña con el progreso departamental está más allá de cualquier duda políticamente motivada. La hidroeléctrica y las finanzas departamentales y municipales estarán por cinco décadas entrelazadas y servirán para diseñar otros proyectos y realizar esenciales inversiones sociales.
En resumen, los antioqueños han dado un sólido paso hacia la construcción de la hidroeléctrica más grande del país en los próximos años. A pesar de las ya comentadas difíciles negociaciones y los choques entre los entes departamentales y municipales, es tiempo de dejarlos atrás y concentrarse en las obras, las cuales no han sufrido mayores traumatismos. La dirigencia pública de esta región asume así un compromiso tangible con el desarrollo regional. Ese es un objetivo común por el que vale la pena llegar a acuerdos. En especial, el de Hidroituango, que con la construcción y operación de EPM, de un riesgoso pleito pasó a un buen arreglo.
editorial@eltiempo.com.co

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