La Escuela Juan XXIII está cerrada y debe habilitarse nuevamente una vez se superen las fallas estructurales que sufrió la construcción, dada la calidad de alto riesgo que tiene toda esta zona de la parte alta del municipio de Ituango.
Sin embargo, esta circunstancia del alto riesgo tampoco ha sido tenida en cuenta por quienes impulsan la controvertida iniciativa del nuevo cementerio.
Tampoco se han tenido en cuenta los lineamientos del Plan de Ordenamiento Territorial de Ituango, el cual determinó los usos del suelo de la zona urbana y en la parte alta, específicamente donde quedaría el cementerio en mención, como ZONA DE MITIGACIÓN AMBIENTAL, dadas las condiciones de alto riesgo que allí se presentan y que obligan a que esos espacios se aprovechen en la siembra y mantenimiento de árboles nativos.
La Comunidad afectada manifestó su inconformidad por medio de una carta dirigida al Concejo Municipal, la cual publicamos para conocimiento de todos y como un aporte al debate. Esta misiva fue leída en la sesión del jueves, junto con el decreto 1447 del 2009 en donde se demuestra la imposibilidad de la construcción. El próximo lunes se dará un debate a fondo sobre el tema en el recinto del Concejo, a partir de las 4:00 p.m.
La proyectada obra incumple en todo la reglamentación, no tiene el área mínima que establece el Decreto, no se tiene el concepto sanitario de la Secretaría de Salud, ni la aprobación de la Oficina de Planeación Municipal nombrado en el artículo 11, no cuenta con vías de acceso en condiciones transitables, según exige el artículo 12 de la precitada norma. Así mismo, debe estar separado de viviendas, conjuntos residenciales, recreacionales y colegios, como lo consagra el mismo artículo, entre otros requerimientos.
Esto sin tener en cuenta que pasa por encima, además, del Plan de Ordenamiento Territorial de Ituango, el cual está vigente y rige para nuestro municipio.
Transcribimos seguidamente la carta de la comunidad hecha llegar al Concejo Municipal:
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Ituango, mayo 20 de 2010
Señores
CONCEJO MUNICIPAL
Ituango – Antioquia
La comunidad de el barrio El Carmelo ha venido en un proceso de desarrollo y de fortalecimiento que le ha permitido reconocerse y ser reconocida con una mirada diferente, tenemos que decir, que ese resurgimiento obedece en parte, a la presencia de la Iglesia, de sus programas y proyectos que han brindado nuevas alternativas y nuevas identidades; lejos estamos hoy de ser ese sector conocido por los conflictos y por las constantes muestras de violencia, ahora nuestros jóvenes buscan alternativas y creen en su comunidad, trabajan unidos y fortalecen los procesos de la parroquia y de las entidades municipales.
Todo esto, nos ha llevado a descubrirnos y a pensarnos como comunidad líder y pujante y ha evidenciado nuevas necesidades y sobre todo nos abre nuevas posibilidades. Reconocemos el gran liderazgo y el trabajo concienzudo que ha realizado la parroquia, pero es necesario hacer un balance de necesidades, de ventajas y desventajas para descubrir la ausencia de análisis al pensar en tener en nuestro barrio un cementerio, consideramos que, si bien, puede parecer tener algunas ventajas y que la parroquia ha mostrado como su ideal la construcción del mismo en el sector, es necesario hacer un balance y un análisis profundo que nos permita encontrar las mejores alternativas para la comunidad, esa comunidad que será la usuaria, esa comunidad para la cual se construirá y esa comunidad que debe ser quien decida sobre la pertinencia o no del proyecto. Nos permitiremos enumerar a continuación los ítems que creemos muestran la inconveniencia del proyecto:
- No está basado en una necesidad manifiesta, puesto que el municipio ya posee un cementerio con la suficiente capacidad y al servicio de todos.
- Se están desconociendo otras necesidades prioritarias de la comunidad, a las cuales sería necesario encaminar todas las fuerzas, por tal, se desgasta en un proyecto no necesario.
- Es deber de la parroquia promover la vida y exaltarla; por tal, son necesarios monumentos a la vida, al deporte que da vida y a los espacios de goce y disfrute, no espacios para recordar la muerte.
- Históricamente el municipio se ha sectorizado, se ha visto el barrio El Carmelo como el sector deprimido del territorio, sólo ahora, estamos superando esa división clasista que nos persiguió por años, establecer estructuras que nos dividan, clasifiquen o excluyan de algún modo, es retroceder los caminos ya caminados y dejar para siempre el símbolo de desunión en nuestro pueblo, porque todos somos hijos de Dios y su amor es igual para todos, debemos compartir los espacios que nos acerca a él.
- Los más allegados a la obra ven con gran preocupación la inminente llegada de mosquitos y otras posibles molestias, sin contar con el desagrado permanente de tener que convivir con la alegoría a la muerte que es esta construcción.
- Es importante no olvidar que muy cerca de la construcción se encuentra el centro de salud del sector y que por salubridad no es conveniente esta cercanía.
- Es un poco incoherente tener en el mismo espacio una cancha como monumento al deporte y a la vida, un espacio de bulla, de esparcimiento y de actitud relajada y un cementerio que requiere paz y silencio para lograr el ambiente necesario para el recogimiento y el encuentro con Dios, además de una actitud de respeto y oración.
- El imaginario colectivo sobre la muerte mitificaría nuestro territorio y nuestras propiedades perderían valor, así como perdería el sector movimiento y visitantes.
Por todo esto, pedimos a ustedes, como los representantes escogidos por el pueblo, su intervención y análisis, del cual esperamos redunde en encontrar alternativas que satisfagan las necesidades de la comunidad y busquen la continuidad del los procesos de desarrollo del sector.
Sabemos que nuestro interés es el suyo propio y que harán de nuestro problema el suyo, el de cada uno de ustedes pues así lo manda su juramento.
Atentamente;
Habitantes del sector
Cc Parroquia El Carmelo
Sanidad municipal
Alcalde Municipal
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