viernes, 30 de julio de 2010

NOTAS DE LA PRIMERA DAMA : FE Y DEVOCION




Mantengamos siempre viva la fe y esperanza en Dios, un pueblo creyente es un pueblo bendecido. Es por ello que las gentes de Ituango sin denuedo buscan en la palabra del señor consuelo y fortaleza para afrontar las horas difíciles, pero también con alegría agradecen la majestad de sus tierras, la alborada y los anocheceres y dan testimonio de amor a través de ese calor humano que tanto los caracteriza.

Con devoción perenne, viviendo una vida pública y privada conforme a los preceptos de Dios, estaremos fortaleciendo nuestra relación con el hacedor de todo, de los cielos y la tierra, de la vida en todas sus expresiones. Dios nuestro señor, que todo lo puede, que todo nos lo da y que tiene para cada uno de los humanos que pueblan el planeta un propósito especial y particular, espera siempre que lo involucremos en nuestra vida, fortalezcamos nuestra relación con Jesús, vibremos con su palabra a través de la lectura cotidiana de la Santa Biblia y aprendamos a recibir sus mensajes de misericordia y amor.

Es maravilloso observar la majestad de la obra del creador; especialmente en Ituango, pues ha puesto en esas tierras un aliento especial de vida, de abundancia, de fertilidad, de belleza sin igual, de luz y ha preparado a su pueblo con especiales dones : fortaleza de espíritu, alegría, sentido de amor patrio y muy especialmente de templanza para superar las pruebas difíciles que han marcado su historia.

Una clara muestra del poder de Dios es Ituango, solo el soplo divino del Señor podía producir una tierra sin igual y un pueblo que con determinación clama  pidiendo  justicia  y  paz.

Yo ruego al altísimo por los Ituanguinos e Ituanguinas, por sus hogares, sus proyectos, su bienestar y la protección de sus tierras y bienes, pero muy especialmente imploro para que todas sus acciones sean testimonio de la presencia de Dios en sus vidas.



DIOS LES GUARDE

Ángela María Uribe

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